jueves, 11 de abril de 2013



F

Pierdo tiempo digo
frente a ésta pantalla
reencontrando  amigos de la infancia
con los que jugaba al fútbol
cuando ser mujer no era un trabajo
el ocio pateaba la palabra útil desinflada
al medio de la calle

Los rayos de sol eran goles en arcos improvisados
mancha o escondidas libres por las calles

sonaban mas gorriones que alarmas en el centro
lo grave era el verso del viejo de la bolsa
y el peligro caries bien ganadas.

A Carlitos, el primero de la fila, una lo echó con lo puesto
por eso escaneé la foto del grado (ahí va vía facebook) a cambio de una actual.
no puedo imaginarlo crecido a base de  coca cola, hamburguesas, huevos fritos
y el choripan de la cancha.
La vieja puteaba como camionera
y el padre que se fue temprano
los domingos aún lo acompaña desde
 la platea mas alta alentando a Cipo
siempre de visitante.

Lo terrible es esa foto
me distrajo todo el día, el  brillo
 que en un punto me retiene:
las chicas de tercer grado y Yo ¿yo?
y mis rodillas sucias
obsesiva como la historia con la mona liza
parecen ser nomás
las  alas perdidas

Las que brillaron en aquel recreo
las nenas mostraban las  muñecas
y los chicos apuraban “que ya empieza el partido”
asumí la duda y cruce la puerta
volando hasta el arco

Ahora que no salto las sogas, ni defiendo tan bien
al alma de las modas
sospecho hacer goles en contra
 ni me aguanto llorar las heridas
o rascar las cascaritas
esa voz grita del fondo
que somos del mismo equipo
que hay tiempo para otra jugada.

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